Recientemente se comprobó que el hielo del Ártico podría llegar a desaparecer mucho antes de la mitad de este siglo por el aumento de la temperatura de la tierra. Esta circunstancia, entre otros efectos, podría desencadenar en que el calentamiento global se acelere aún más puesto que este hielo es un gran depósito de metano —el gas de efecto invernadero más poderoso—, y sirve como espejo de la radiación del sol que entra al planeta. Este es apenas un ejemplo de lo que los científicos denominan retroalimentación positiva, a saber: que los efectos del cambio en el clima impulsan a su vez las causas de este fenómeno, en una suerte de efecto espiral que tiende a volverse cada vez más incontrolable. El Monitor de Vulnerabilidad Climática advirtió que de continuar las cosas como están el cambio climático junto con el sistema energético intensivo en carbono podrían llegar a causar 100 millones ...