El sector agropecuario presenta una serie de particularidades especiales: la mayoría de sus actividades se llevan a cabo en condiciones de intemperie o a campo abierto, sujetas a los impactos de los factores climáticos, que a su vez determinan estacionalidades o ciclos de la producción que afectan las jornadas de trabajo. Todo esto no se refleja a cabalidad en nuestra legislación laboral, pues ha sido diseñada principalmente pensando en la realidad del sector urbano. El empresario del campo debe, por consiguiente, enfrentar dificultades de diverso orden para adaptar las normas y los esquemas de contratación laboral vigentes a los requerimientos de su actividad, a fin de que sea posible desarrollar su actividad de manera competitiva y sostenible, sin afectar el trabajo en condiciones dignas y justas. En Fedepalma, con la ayuda de asesores expertos en derecho laboral, y cercanos al sector ...