Durante las dos últimas décadas, el mundo ha sido testigo de cómo la protección jurídica debida a las creaciones del talento humano se encuentra en crisis, dada la expansión global de las telecomunicaciones a través de Internet. La posibilidad de realizar descargas directas de contenidos alojados en discos duros, servidores o, incluso, en la nube, modificó de manera abrupta el comportamiento social, permitiéndole a cualquier internauta obtener canciones, películas, videos o software, entre otros, sin necesidad de reconocer derechos a sus creadores. Millones de dólares en pérdidas dieron lugar a que la industria del entretenimiento buscara solución a este problema por medio de mecanismos de protección jurídica en contra de los usuarios de estos programas, con el objeto de impedir el constante enriquecimiento de los infractores.Lastimosamente, en ocasiones, estas medidas resultaron excesiv ...