Por ello, hubiera sido lógico que me abstuviera de escribir estas líneas. Mas, la circunstancia de haber tenido el gusto de que en su momento Marzorati baya sido alumno de un curso dictado por mí, me impulsa a declinar tal actitud por la satisfacción que implica el haber podido, en alguna medida, concurrir a la formación de tan fino jurista. ...