Emprender un viaje a un territorio desconocido generalmente trae consigo mucha incertidumbre, así como grandes expectativas. Al llegar al lugar se quieren retener todas las imágenes en la mente para intentar repetir cada paso cuando hacemos la narración de nuestra aventura. Esta, aparentemente, fue la misma sensación experimentada por los cronistas que llegaron a la tierra firme del Nuevo Mundo en los primeros años de la conquista. Al leer los escritos de quienes vinieron a evangelizar ya conquistar estas tierras hacemos un viaje al pasado, recreando lo que vivieron los autores con las imágenes que se van formando con sus descripciones. En esa medida, enfrentarse a un texto histórico lleva consigo formularse varios tipos de preguntas. En primer lugar, cómo se asume su lectura dependiendo del interés del investigador. En segundo lugar, considerando que los textos escritos son fuentes de i ...